
El trading parece fácil, un novato puede entrar en el mercado con cautela, ganar varias veces y empezar a creer que es un genio, entonces comienza a asumir riesgos absurdos y acaba perdiendo el capital total, o parcialmente.
La gente hace trading por varios motivos, algunas son racionales, otras irracionales. El trading ofrece la oportunidad de ganar mucho dinero en poco tiempo, para las personas, el dinero representa libertad, a pesar de que a menudo no sepan que hacer con el.
Si sabes prácticar el trading, puede hacer su propio horario, vivir y trabajar donde le apetezca, y no tener que dar explicaciones a nadie. El trading es para las personas que le gustan los desafíos.
Atrae a los amantes a los amantes del riesgo, y asusta a los que no les gustan. Un trader hace horarios extraños y pone su capital en riesgo, la gente normal el dinero que les sobra, lo guarda en una cuenta bancaria, esa es la diferencia. Muchos traders son personas solitarias que abandonan la seguridad de la rutina y saltan al vacío de lo desconocido.
La autoerrealización
La gente tiene una tendencia innata a intentar sacar lo mejor de uno mismo y desarrollar sus habilidades . Esta tendencia, junto a la gratificación del juego y la atracción del dinero, empuja a los traders a desafiar a los mercados.
Los buenos traders son gente muy trabajadora y muy lista, abierta a nuevas ideas. El objetivo de un buen trader, no es ganar dinero, es practicarlo bien.
El problema de la autorrealización es que mucha gente tiene tendencias destructivas. Los traders autodestructivos, imaginen que les pasa, pierden las cuentas. Los mercados ofrecen amplias oportunidades para sabotearse a uno mismo, así como para autorrealizarse. Representar los conflictos internos de uno mismo en los mercados es algo que en los mercados puedes pagar muy caro.
Los trader que no estén en paz consigo mismo a menudo intentan poder cumplir deseos contradictorios, si no sabes hacia donde se dirige, acabará en un lugar indeseado.